En pleno Cangas de Onís, hemos transformado un pequeño local de hostelería para darle una nueva vida como restaurante.
El local de planta rectangular con fachada por su lado más estrecho hacia una calle con poca luz, busca abrirse al exterior y convertirse en espacio de encuentro para un público objetivo joven y adulto.
La base del proyecto fue generar una imagen de marca adaptada a las necesidades del cliente. Nos centramos en crear una paleta cromática fuerte y una línea estética muy marcada que materializase el concepto creado y que a su vez fuese funcional y cómodo tanto para clientes como trabajadores, optimizando el espacio al máximo.
Cada elemento decorativo y de mobiliario fue elegido y fabricado a medida para mimetizarse con el diseño, reforzando así la imagen de marca. Las mesas de mármol y de terrazo, el neón corporativo, las láminas enmarcadas diseñadas para el restaurante, etc. Todo ello sumado a un diseño de iluminación cálido y envolvente, con luces indirectas que aportan profundidad y acentúan los rincones más especiales del local, hacen de este restaurante un espacio atractivo y acogedor.